quarta-feira, 26 de novembro de 2008

1. PRESIDENTE FERNANDO LUGO: PRIMEROS 100 DÍAS DE GOBIERNO. 2. ¿QUÉ REFORMAS SON NECESARIAS EN LA ECONOMÍA MUNDIAL?



1. PRESIDENTE FERNANDO LUGO: PRIMEROS 100 DÍAS DE GOBIERNO.
2. ¿QUÉ REFORMAS SON NECESARIAS EN LA ECONOMÍA MUNDIAL?

PRESIDENTE FERNANDO LUGO:

PRIMEROS 100 DÍAS DE GOBIERNO

Por: Ausberto Rodríguez Jara*


Siempre he considerado muy arbitrario establecer el plazo de “Cien Días”, para la primera evaluación de una gestión gubernamental. No tan sólo para el Gobierno de Fernando Lugo, como el de cualquiera otra gestión gubernamental. El plazo no sólo me parece injusto, como también irracional. En la inteligencia de cualquier observador serio, no cabe la idea de que en tres meses y diez días se puedan apreciar siquiera indicios de efectividad o no de un equipo de gobierno.

La situación es aún más difícil, cuando se trata del Paraguay. Estamos saliendo de ¡seis décadas! de hegemonía política absoluta (y absolutista) de un mismo y único partido. Quienquiera que viniera a recorrer los distintos organismos públicos, hasta hace poco más de tres meses manejados a su libre arbitrio por elementos del Partido Colorado, puede observar el calamitoso estado en que se encuentran. Las cajas financieras han sido literalmente vaciadas por quienes gobernaron hasta el 15 de agosto pasado. La Administración estatal está desquiciada, virtualmente “en quiebra”. Y, en cien días, nadie puede revertir la situación, como uno quisiera. Sería un milagro. Y, en política, lamentablemente, los milagros no existen.

El Presidente de la República, y sus Ministros, Secretarios y demás funcionarios, se esfuerzan, sin embargo, en aliviar las graves urgencias del país. No son aún las soluciones estructurales, de fondo, que se requieren. Pero, se van dando signos, elocuentes y tangibles, de que en el Paraguay se ha inaugurado una nueva era. Los tiempos del robo y las malversaciones impunes de los bienes públicos han llegado a su fin. Y eso debe ser, necesariamente, motivo de satisfacción de cada paraguayo y paraguaya de adentro y fuera del país. Una nueva imagen internacional del Paraguay se va instalando en el mundo.

Una franca y frontal lucha contra la corrupción está en marcha. Las medidas adoptadas en la Administración de Puertos y en la Dirección de Aduanas (para no citar otros casos), son ejemplos claros de esa lucha. Es cierto: la justicia corrupta, que permanece intacta, no acompaña debidamente estas medidas. Personajes sorprendidos en flagrantes delitos recuperan su libertad condicional en cuestión de días… y a veces de horas. Modificar esta situación llevará algún tiempo… pero se hará. La Justicia deberá, muy pronto, reestructurarse a sí misma, y acompañar esta cruzada por el saneamiento administrativo del país.

Hubo avances importantes en el campo de la Salud Pública. Ya las consultas médicas en los consultorios de hospitales son totalmente gratuitas, y se están ampliando las dotaciones de recursos humanos especializados en los diversos centros de salud de la capital y del interior. En el campo de la Educación, ocurre otro tanto: se iniciará el ciclo escolar de 2009, prácticamente sin un solo maestro “ad honorem”, una aberración laboral que imperó durante décadas, y se está implementando un sistema de becas y asistencia económica a los chicos y chicas de escasos recursos económicos, con la finalidad de reducir la deserción escolar. En temas de Seguridad Ciudadana, las instancias pertinentes luchan denodadamente para sanear las filas policiales, mejorar salarios y equipamientos de sus cuadros, a fin de un mejor cumplimiento de sus deberes.

Seguir mencionando tópicos de avances y logros, sería muy largo. Pero, aunque los “Cien Días” nos resulte un plazo injusto e irracional, los mencionados son suficientes para que los y las compatriotas, se encuentren donde se encuentren, tomen conciencia de que las esperanzas se están cristalizando y de que hay legítimos motivos para seguir abrigando esperanzas de cambios en nuestra querida patria.



(*) Periodista, escritor y Asesor Presidencial paraguayo.

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Servicio Informativo "Alai-amlatina"

¿Qué reformas son necesarias en la economía mundial?

Julio C. Gambina*


ALAI AMLATINA, 24/11/2008, Buenos Aires.- La cumbre del G20 realizada en
Washington se propuso “restaurar el crecimiento económico y reformar al
sistema financiero global” sin discutir el tipo de crecimiento económico
y su distribución. ¿Da lo mismo un incremento de la industria automotriz
para uso individual, que una expansión de medios colectivos de
locomoción? ¿Importa crecer con depredación de los recursos naturales
que hacerlo preservando el medio ambiente, la soberanía alimentaria o
energética? ¿Vale contabilizar la producción militar ó la actividad
especulativa como referencia del aumento de la economía? Aparece más
atractiva la discusión sobre la nueva arquitectura financiera, aunque
valen algunos interrogantes. ¿Quiénes deben protagonizar dicho debate?
¿Los responsables del orden actual? Recordemos que Paulson saltó en 2006
desde Goldman Sachs a Secretario del Tesoro de EEUU. Su primer reflejo
fue destinar 700.000 millones de dólares para “comprar carteras tóxicas”
y salvar entidades financieras expuestas por créditos incobrables. Luego
modificó la orientación para avanzar con estatizaciones temporales, para
retomar luego el camino de la liberalización.

En ese sentido, la cumbre sostuvo que "Nuestro trabajo estará guiado por
una creencia compartida de que los principios del mercado, el libre
comercio y los regímenes de inversión, y unos mercados financieros
regulados en forma efectiva albergan el dinamismo, la innovación (...)
que son esenciales para el crecimiento económico, el empleo y la
reducción de la pobreza". Luego de décadas de hegemonía neoliberal y
políticas de restauración conservadoras, lo que menos se necesita es la
reiteración de las políticas que llevaron a la concentración del ingreso
y la riqueza junto al empobrecimiento de la población. No alcanza con
las apelaciones a “fortalecer la supervisión sobre instituciones
financieras” o promover “reformas del sistema financiero mundial y las
organizaciones resultantes de Bretton Woods”, porque ese orden emergente
al final de la segunda guerra es el que está en crisis: la economía
mundial del dólar patrón de cambio. La discusión es sobre el nuevo orden
mundial y especialmente sobre quienes están habilitados para su
consecución. En el 44´ el debate lo dieron los vencedores de la
contienda. ¿Quiénes son esos actores en la actualidad? Desde el 2001 se
impuso un reclamo del movimiento popular mundial por otro orden posible
y necesario.

Argentina podría contribuir a ese desafío con políticas económicas
promotoras de la distribución del ingreso y la riqueza en el marco de
una integración alternativa al librecambio sustentado por el poder
económico mundial y local. Ello supone una desconexión del foco de la
crisis y una reconexión virtuosa con países de la región para modificar
la ecuación de beneficiarios en el desarrollo económico. La presidenta
Argentina manifestó en Washington la superación de la crisis desde “otro
capitalismo”. Es una afirmación para interrogarse sobre la posibilidad
de la tesis con transnacionalización creciente. Es tiempo para pensar
audazmente en la superación del neoliberalismo y el capitalismo
siguiendo la búsqueda creativa en la región, donde se sustentan
propuestas más allá y aún contra el capitalismo; incluso socialistas.

Las respuestas a la crisis deben buscarse al margen de los responsables
e involucrar a los pueblos y formar sujetos para el sustento de cambios
profundos y que pugnen por resolver las diferencias que demoran la
emergencia del Banco del Sur u otros proyectos de articulación
productiva y cultural que oportunamente fueron suscitados. Remitimos a
emprendimientos regionales energéticos, comunicacionales, de
infraestructura (respetando el medio ambiente y la cultura popular) y en
diversas esferas de la economía. Se trata de resolver problemas
económicos sociales al tiempo que se construye el sujeto social para su
implementación. Es un lógica diferente a la inyección de liquidez
pública a instituciones invalidadas por su práctica, como el FMI. Más
que reformar el FMI, nuestros países pueden organizar respuestas
similares a la de Bolivia retirándose del CIADI; o Ecuador con la
Auditoria de la deuda pública. Son medidas convergentes con un estricto
control al movimiento de capitales. Es tiempo para denunciar a los
organismos multilaterales y construir institucionalidad alternativa.
Algo contrario a lo sustentado por el G20 que brega por la culminación
antes de fin de año de la ronda de Doha (OMC), cuyo objetivo es bajar
aranceles para bienes industriales en nuestros países, al tiempo que
EEUU y Europa mantienen cuantiosos subsidios a la producción y
exportación de productos agrícolas. Se requiere denunciar cuantiosos
tratados en defensa de las inversiones para instalar nuevas normas de
intercambio que privilegien resolver necesidades sociales insatisfechas.

*Julio C. Gambina es profesor de Economía Política en la Universidad
Nacional de Rosario. Presidente de la Fundación de investigaciones
Sociales y Políticas, FISYP. Miembro del Comité Directivo del Consejo
Latinoamericano de Ciencias Sociales, CLACSO.


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